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miércoles, 25 de febrero de 2015

PONENCIA DORIS RIVERA, ASODEMUC

PONECIA  DE ASODEMUC PARA EL “ENCUENTRO DE MOVIMIENTOS SOCIALES CONSTRUYENDO LA PAZ EN COLOMBIA” EN BILBAO, ESPAÑA.

Bogotá Colombia  febrero  de 2015.

Agradecemos sinceramente la invitación a ésta conferencia en Bilbao, España en la cual nos dan la oportunidad a las mujeres Colombianas de participar en representación de ASODEMUC, esta organización se creó con el objetivo de formar a las mujeres, en particular a las campesinas, estamos convencidas que una mujer en la política cambia, y muchas mujeres en la política, cambian la política.

El estar aquí compartiendo en este evento, nos permite estrechar los lazos de solidaridad con los pueblos hermanos, potenciar fuerzas suficientes, estrechar nuestros lazos de amistad y convertirnos en el horizonte de unidad para hacerle frente a quienes se empeñan en ponernos en el terreno de la guerra, mas hoy con los conflictos que se viven distintas  partes del mundo, entre ellas Colombia. Lo que se prevé dada la actual configuración socio- económica es un clima para desatar una tercera guerra mundial, la que debemos evitar a toda costa ya que todos y todas sabemos podría suponer el fin de la especie humana y de gran parte de la vida en el planeta.

Nuestro territorio tiene una población, 48´321.405 personas de las cuales; 24´562.767 somos mujeres, 1´378.845 de población Indígena correspondiente a 80 pueblos de distintas lenguas, se considera que más de 2´000.000 de dos millones de compatriotas viven fuera del país por causa del conflicto interno social y armado.

Hasta el 2012 se tenía un desplazamiento interno del 5,9 millones de personas en el país, encabezando la lista mundial de países con mayor desplazamiento de población producto de la guerra, con un componente particular desarrollado en el seno de la política gubernamental contrainsurgente y apoyado por grandes sectores de la política y de los empresarios nacionales y extranjeros generadores y sustentadores del fenómeno paramilitar, acompañado de la expropiación de tierras para instalar los grandes Mega proyectos, las más afectadas somos las mujeres que hemos sufrido el desarraigo, la fracturación familiar, la viudez, el desempleo y por tal razón somos las más interesadas en  hacer esfuerzos necesarios por parar esta absurda y fratricida guerra.

Colombia tiene una superficie 2´129.748 de los cuales una parte corresponde a dos océanos. Contamos con climas desde cálidos hasta nieve perpetuas, pasando por los páramos más grandes del mundo, el más importante el Páramo EL SUMAPAZ, y los parques naturales Picachos, Tinigua y la Serranía de la Macarena estos cuatro hacen parte del área de manejo especial de la Macarena AMEM, estos generan gran  atractivos para las trasnacionales que acrecentaron su presencia con proyectos que persiguen las grandes riquezas naturales que albergan estos territorios, los cuales generan una contradicción entre la defensa de los recursos hídricos que poseen y los hallazgos de minerales como el coltán, oro, esmeraldas, uranio y los hallazgos en hidrocarburos como carbón y petróleo, sin olvidar los mega proyectos de palma e hidroeléctricas a la par de la tradicional ganadería extensiva reflejo del pensamiento medieval de los terratenientes dueños de esas tierras que en gran medida se han apropiado de ellas a sangre y fuego a sus originales poseedores. Las políticas desarrolladas por el gobierno en procura de favorecer los intereses de las multinacionales o de los grandes capitales avalo el saqueo indiscriminado de nuestros recursos, causando daños irreparables a la biodiversidad dejando a los territorios convertidos en desiertos, en muchas parte del país, sin mitigar los graves impactos causados no solo al ambiente sino a los habitantes del territorio en particular los más débiles: mujeres, niños y ancianos. 

Colombia es un país que desde su creación ha vivido en guerra,  motivo por el cual ninguna de nuestras generaciones ha conocido la paz, por ello nosotras mujeres colombianas nos empeñamos tercamente en construir un bloque de unidad que permita, la construcción de una Patria Libre, Autónoma y Soberana.

El fenómeno de desigualdad debido a la concentración del capital en general y de la tierra en particular  dedicada a la ganadería extensiva, los mega proyectos y monocultivos, como la caña de azúcar y el cultivo de palma africana, entre otros; impidiendo la soberanía alimentaria y la sostenibilidad de la economía campesina, es un contrasentido que en un país con vocación agrícola los alimentos de consumo básicos están siendo importados bajo las figuras de TLC, nocivas desde donde se miren a los intereses del pueblo colombiano, reprimiendo la producción interna, perdiendo la propiedad de las semillas nativas, desestimulando las huertas familiares y atacando no solo la soberanía alimentaria con sus semillas “terminator”, sino la salud de quienes consumen estos productos que en gran medida son de origen transgénico, es sabido que ninguna de las multinacionales posee estudios que sustenten la salubridad de dichos productos y mucho menos sus interacciones con otros, la norteamericana Annie Leonard experta en responsabilidad social corporativa  llama la atención que los bebes son los mayores consumidores de toxinas provenientes de la leche materna por consumo de sustancias no testadas como corresponden.

 La falta de políticas de protección y defensa de los recursos naturales renovables y no renovables, unido al desprecio total de  la defensa de la auto determinación y la soberanía, hacen que se generen marcos legales para la extracción minera a todas luces inconvenientes no solo para la naturaleza sino como ya lo decíamos para los habitantes que incluso han pasado  por arte de burlesco de mineros artesanales y tradicionales a delincuentes que roban los recursos de la nación y de las empresas multinacionales a las que les han sido adjudicadas estas minas, es decir los habitantes originales que incluso durante siglos se han dedicado a la minería artesanal (mucho más amable al ambiente), pasan a ser ladrones de lo que por derecho les corresponde, esto  genera graves problemas sociales pues al ser arrestado el minero la mujer queda como única cabeza de familia manteniendo como sea a sus hijos y luchando por la libertad de su esposo.

El modelo neoliberal, hace cada vez más dependiente a nuestra nación de las políticas del FMI y BM, sumiéndonos en la absoluta pobreza. Además el conflicto interno generado por los problemas de desigualdad hace que la crisis sea de proporciones inimaginables, aunado a la privatización  de lo público como, la salud, la educación, la falta de servicios básicos sobre todo en el campo, llevan a la feminización de la pobreza en las ciudades y de forma critica a la mujer campesina, indígena y afrodescendiente.

En muchos de los encuentros realizados con mujeres en las zonas de  confrontación armada, se descubre que todos los problemas estructurales se agudizan allí, se corrobora la crisis estructural que se está viviendo en Colombia. Todas la reformas constitucionales que en este momento se están haciendo a espaldas del país, apuntan a mantener el modelo Neoliberal, los congresistas que en los últimos periodos han salido involucrados en un número muy elevado a investigaciones por paramilitarismo en particular en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez (actual senador de la república) y el presidente Juan Manuel Santos (ex ministro de defensa de AUV), son los verdaderos defensores del neoliberalismo y reciben complacientes el lobby de las multinacionales agrícolas y mineras.

En este orden de ideas nos preocupa que estos mismos congresistas o sus herederos estén a cargo de las reformas tramitadas por el Congreso de la República entre las que se encuentran: la de ampliación del fuero penal militar, la ley de seguridad democrática, y la ley de víctimas, pueden terminar por apuntalar a la impunidad como ocurrió en la experiencia de la Unión Patriótica; cuando en 1985 se dieron las negociaciones con la insurgencia de las FARC-EP, posterior a éstas fue el extermino de ese movimiento político, donde fueron asesinados cuatro candidatos presidenciales, senadores, concejalas, concejales militante y simpatizante, de un número aproximado 5.000 personas; De todos casos, solo para cuatro de ellos la Justicia Colombiana ha emitido Fallo Condenatorio, donde se reconoce, la participación de las fuerzas de seguridad del Estado en complicidad con grupos paramilitares. “En vista de la ausencia de garantías para obtener Justicia, las víctimas y los sobrevivientes de la UP han recurrido a instancias internacionales y en particular a los mecanismos que para estos efectos brinda la Organización de Estados Americanos (OEA). En este marco, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha admitido el Caso 11.227, en el que examina este proceso de exterminio a solicitud de la Corporación "Reiniciar" y la Comisión Colombiana de Juristas.

El temor que se vive, en nuestra patria es que con este nuevo proceso de paz que se instaló oficialmente el 5 de octubre del 2013 en la ciudad de  Oslo y que posteriormente se trasladó a Cuba, donde hoy se está dialogando se repita el mismo fenómeno, que ocurrió con  el movimiento de la Unión Patriótica ya que  el gobierno colombiano no se está preparando para el post-conflicto sino  para la guerra, cada día invierte en presupuesto militar, para la vigencia 2015 las fuerzas armadas cuentan con un monto de 28.3 billones de pesos (aproximadamente 13.500 mil millones de dólares), equivalente a un 13.1 % del presupuesto total colombiano, además de que se sigue recibiendo recursos de los EEUU desde lo que se llamo el plan Colombia, es así que como lo reconoce la revista Dinero de Colombia, el ministerio de defensa se convirtió en la empresa más grande del país con más de un millón y medio de trabajadores con contratos millonarios independientes de su tarea militar, es por esto que sabemos que el primer enemigo de la paz es el ministro de defensa Juan Carlos Pinzón y muchos de la alta oficialidad que con el fin del conflicto ven afectados sus intereses.

Estas negociaciones han estado rodeadas de muchos ataques, ocasionados por parte de un sector con características fascistas, quienes se han enriquecido con las ganancias de la guerra en la compra de armas, tráfico de influencias, interceptaciones ilegales a dirigentes y defensores de derechos humanos. La situación de las y los dirigentes populares, contrario de aclimatar la confianza para la terminación del conflicto, los amenaza y asedia con detenciones masivas a campesinas y  campesinos, dirigentes(as) populares, defensores(as) de derechos humanos; tildándolas (os) de auxiliares de la insurgencia. De igual manera agrava la situación la reactivación de los mal llamados “falsos positivos” que es un asesinato a jóvenes de sectores populares que son presentados como guerrilleros dados de baja en combate, así como los “falsos positivos Jurídicos” que como muestra de eficiencia llevan a la cárcel a personas inocentes, en particular madres cabeza de familia que dejan a sus hijos solos o en el más aberrante de los casos les son arrebatados por el Instituto  Colombiano de Bienestar Familiar ICBF. Muchos de estos montajes judiciales se realizan con una estructura de desmovilizados que han pasado a ser “empleados” a sueldo del gobierno, convirtiéndose en verdaderos carteles o mafias a su servicio para mantener en la cárcel a los opositores del régimen.

Con el remoquete de BACRIM se ha querido tapar el reagrupamiento de grupos paramilitares que siguen realizando tareas de ataque a los lideres y lideresas de Colombia en connivencia con las FFMM, es bien sabido que gran parte de lo que se llamo la desmovilización de las AUC fue un sainete preparado para mostrar por los medios de comunicación que plácidamente desinforman a la opinión pública, pero que estas estructuras criminales así como sus financiadores y creadores siguen intactos con gran influencia en la mayoría de departamentos del país en los que imponen desde la economía hasta los candidatos y la presión de la ciudadanía para votar por ellos. Si bien las cifras de masacres han descendido, no se han acabado e informes demuestran que en sitios como el Choco las “casas de pique” siguen funcionando y el atentado personal a los líderes y lideresas ha pasado a ser su principal modus operandi.

Ante esa situación las mujeres hemos reiterado nuestro compromiso irrenunciable con la paz con justicia social y en estos encuentros nos hemos comprometido con la propuesta que hemos presentado en la mesa de la subcomisión de género de las Conversaciones en La Habana, creada en gran parte por la presión del movimientos social de mujeres colombianas, en la cual está inmersa ASODEMUC y las diferentes asociaciones de base de mujeres, diseminadas por el territorio nacional, y valga la oportunidad para reconocerles su titánica labor.

La presión internacional de las expertas en temas de género hizo que el 15 de diciembre del 2014 hicieran presencias 6 compañeras de distintas organizaciones, donde planteamos con claridad que la democracia no es posible en un país sin la inclusión de las mujeres. Las propuestas estuvieron encaminadas a que la Titularidad de la tierras que habitan las mujeres estén en cabeza de las mujeres, garantía esta para el impulso de cultivos nativos y variados

Las mujeres en su triple jornada no reciben salario por el trabajo familiar que se realiza y por lo tanto se exige que entren a un sistema de seguridad social como parte de la redistribución del producto Interno Bruto, lo que se le ha llamado La Economía del Cuidado.

La desmilitarización de los territorios y de la vida civil se hace cada vez más urgente y necesaria, ya que la violación a niñas niños y mujeres se ha convertido en una epidemia en la mayoría de los casos, llegando incluso al asesinato de la victima para no dejar evidencias. A demás que creemos que el entrenamiento recibido por las unidades militares deshumaniza a estos combatientes, llevando a cabo actos alejados del servicio o excediendo su accionar, es así que sigue la fumigación indiscriminada como acto de guerra contra las comunidades en sus cultivos de pan coger, las fuentes hídricas e incluso viviendas habitadas por menores de edad. Los bombardeos indiscriminados desde aire o desde tierra con morteros a sitios cercanos a población civil que en oportunidades se ven afectadas, tanto en su propiedad como con el impacto psicológico que esta incertidumbre genera, lo que calificamos como terrorismo de Estado.

Queremos hoy dejar claro ante el “Encuentro de Movimientos Sociales Construyendo la paz en Colombia”, que para nuestro país es fundamental que el gobierno colombiano asuma una posición seria frente al actual proceso de diálogo y disponga las condiciones necesarias para llevar a buen término el proceso de paz, para esto es fundamental y prioritario se ordene una tregua bilateral del fuego, lo que permitiría un ambiente más calmado sin eventos externos que interrumpan el adecuado desarrollo de los diálogos. A demás que generaría en los colombianos un ambiente adecuado para pensar en la reconciliación que tanto nos merecemos, por lo tanto estos acuerdos deben ser ratificados a atreves de una Asamblea nacional Constituyente.  Por lo tanto esperamos de este encuentro y la comunidad internacional en general, nos brinde su solidaridad y pronunciamientos que permita ejercer una presión eficaz ante el gobierno colombiano, que se traduzca en hechos reales de paz llevando a que al cese unilateral de fuego decretado por las FARC- EP, se sume la orden presidencial de cese de fuego a las Fuerzas Militares.

 Es por eso que como parte del aclimatamiento para  el post-conflicto  es necesario que exista una política que garantice a los insurgentes desmovilizados y desmovilizadas, que podrán ejercer como ciudadanos sus derechos sin ninguna limitación que la que disponga la ley para todos los colombianos. Esto debe traducirse en leyes que garanticen este tránsito a la civilidad, aplicando los marcos internacionales de derecho, más los propios que se generen a raíz de los acuerdos logrados en la mesa.   

En Asodemuc estamos en procesos de construcción en las Regiones de Asambleas Constituyentes de mujeres por la paz, de igual manera en el hecho de que las mujeres víctimas del conflicto, seamos reparadas sobre la base de la verdad, justicia y la no repetición, de la violación a nuestros cuerpos y nuestros derechos. Donde necesitamos El Apoyo Efectivo y Real de la Comunidad Internacional.

En la participación política, es necesario que se implemente la paridad política como parte del resarcimiento, por todo el tiempo que estuvimos en el anonimato y que se implemente el mecanismo sistema cremallera, para evitar que las mujeres seamos utilizadas en estas campañas electorales como escalera para que los hombres suban a sus puestos de representación política.

Un elemento relévate en la discusión y que debe estar presente en su justa dimensión es el  narcotráfico, que como fenómeno se ha sumado a la problemática en nuestro país, no solo porque ha servido para financiar el conflicto, sino porque ha servido de escusa para adelantar una guerra en nuestro territorio señalándonos como culpables y dejando por fuera los carteles internacionales que se lucran del negocio obteniendo ingentes ganancias en la banca Internacional, siendo así que menos del 10% de la ganancia total llega a Colombia, pero acá es donde se ha desarrollado la guerra contra el narcotráfico y son nuestros hermanos quienes la libran y la sufren, por otra parte el narcotráfico construye idearios que marcan lo que llamamos en Colombia la cultura “traqueta” que inculca la vida fácil, enriquecerse sin trabajar, las armas, las casas y los carros lujosos como símbolo de poder, las estéticas de dominación sobre la mujer en las que el cuerpo se convierte en botín de guerra, en mercancía que se vende, se compra o se modifica con silicona a tal punto que hasta novelas sobre el tema han salido bajo el título de “sin tetas no hay paraíso”, modelos sexuales estereotipos para cumplir so pena de quedar excluida de una vida con lujos, la otra cara de esta moneda es que valiéndose de la pobreza aberrante, hombres y mujeres terminan como “mulas” de transporte de drogas al interior de su organismo.

 En términos generales, eso es lo que planteamos, damos las gracias a todos y todas por haber tenido la gentileza de escucharnos , pero sobre todo a los y las compañera(os) de Emigrados Sin Fronteras, quienes han puesto los ojos en nuestro país, mirada que ha sido estimulante, para integrar a las demás mujeres que han estado invadidas por el terror de la guerra.


        



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